Por Sergio Lettieri
Introducción: Un Caso de Éxito en América Latina
Cuando se le presenta a Domingo Cavallo un panorama del desempeño de Paraguay en las últimas dos décadas —un PIB que se multiplicó por ocho, de 7,000 a casi 50,000 millones de dólares, y una pobreza que se redujo del 56% al 20%—, su diagnóstico es contundente: "es extraordinario lo que ustedes han logrado acá". Este desempeño sobresaliente llama la atención en una región a menudo marcada por la inestabilidad.
Para entender las claves detrás de este éxito, recurrimos al análisis de una voz autorizada: el Dr. Domingo Cavallo, exministro de Economía de Argentina y figura central en las reformas económicas de los años 90. Desde su perspectiva, el caso paraguayo no es un milagro inexplicable, sino el resultado de una serie de decisiones políticas y económicas coherentes mantenidas en el tiempo.
El objetivo de este análisis es desglosar, a partir de la visión de Cavallo, los pilares que explican el sostenido crecimiento de Paraguay y las lecciones que este modelo puede ofrecer a otros países de la región. Entender cómo se construyó este éxito es fundamental para trazar una hoja de ruta hacia el futuro.
1. Los Pilares del Crecimiento Paraguayo
Según Domingo Cavallo, el progreso de Paraguay no se debe a una fórmula mágica, sino a la aplicación consistente de principios económicos fundamentales que fomentaron la estabilidad, la inversión y el desarrollo del capital humano.
1.1. Estabilidad y Perseverancia: La Virtud de Mantener el Rumbo
El principal mérito de Paraguay, según Cavallo, ha sido la constancia. Mientras otros países de la región experimentaban vaivenes políticos y económicos, Paraguay logró mantener el clima de estabilidad macroeconómica y las reformas estructurales que se iniciaron en la década de los 90. Cavallo recuerda específicamente el gobierno de Juan Carlos Wasmosy, coetáneo al suyo, como el punto de partida de reformas similares en ambos países, destacando que el mérito de Paraguay fue "conseguir mantenerlas" mientras Argentina abandonaba el rumbo.
El consejo del economista es claro y directo: "perseverar en el camino en el que han estado trabajando". Esta perseverancia es el factor diferencial. Cavallo establece un contraste directo con su propio país, Argentina, que después del 2001 "se despreocupó del tema de la estabilidad macroeconómica", abandonando el rumbo que a Paraguay le ha dado tan buenos resultados.
1.2. La Clave de los Impuestos Bajos: El Modelo "Triple 10"
Al ser consultado sobre el sistema impositivo paraguayo, popularmente conocido como el "triple 10" (10% de IVA, renta empresarial y renta personal), Cavallo valida la estrategia de bajos impuestos como una de las causas fundamentales del progreso del país. A continuación, se presenta una tabla comparativa que resume su visión sobre los modelos fiscales de Paraguay y Argentina.
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El argumento central es que un sistema fiscal amigable no solo atrae capital extranjero —Cavallo menciona explícitamente a empresarios argentinos que invierten en Paraguay por sus ventajas impositivas—, sino que también obliga al Estado a ser más eficiente y cuidadoso en el uso de los recursos públicos.
1.3. Inversión en Capital Humano para Distribuir la Riqueza
Ante el desafío planteado por la percepción de que "la plata no llega a la base de la pirámide", la solución de Cavallo se aleja de la intervención directa en la economía, proponiendo en su lugar un fortalecimiento del rol del Estado en lo que él denomina sus funciones "indelegables". Para que el progreso económico sea inclusivo y sostenible, el gobierno debe concentrar sus esfuerzos en tres áreas esenciales:
- Educación: Fundamental para que las personas adquieran las capacidades necesarias para acceder a los nuevos empleos creados por la tecnología y la inversión.
- Salud: Un prerrequisito para el bienestar de la población y su capacidad productiva.
- Seguridad: Un elemento esencial para garantizar un clima social y de negocios estable, donde la inversión pueda prosperar.
Para Cavallo, este enfoque en el capital humano es el verdadero motor para eliminar la pobreza de forma duradera. El contraste con el modelo argentino, basado en la intervención y la alta presión fiscal, sirve para reforzar las lecciones que ofrece el caso paraguayo.
2. El Espejo Argentino: Una Lección sobre lo que No se Debe Hacer
El análisis de Cavallo utiliza la experiencia reciente de Argentina como un contraejemplo perfecto, destacando los errores que llevaron al país a una crisis con un 50% de pobreza y que Paraguay supo evitar.
- El Regreso de la Inflación: Calificada por Cavallo como el principal mal, la inflación es una fuerza destructiva que socava los cimientos de la economía, ahuyenta la inversión productiva y afecta con especial dureza a los sectores más vulnerables.
- El Intervencionismo Estatal: Cavallo critica la intervención "obstaculizadora" del Estado que, junto al cierre de la economía, frenó la actividad de la empresa privada y limitó el potencial de crecimiento.
"La inflación destruye la economía y es una máquina de crear pobres porque afecta precisamente a los sectores más desprotegidos, y por otro lado, ahuyenta la inversión productiva y hace difícil que las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, puedan prosperar."
Esta mirada al caso argentino subraya la importancia de las decisiones tomadas por Paraguay. Sin embargo, a pesar del éxito, el camino hacia el desarrollo requiere de acciones continuas y una visión clara para el futuro.
3. Recomendaciones para el Futuro: ¿Cómo Multiplicar el Éxito por Ocho Nuevamente?
Para que Paraguay pueda continuar su senda de crecimiento y aspirar a convertirse en un país de primer mundo en las próximas dos décadas, Domingo Cavallo ofrece una serie de recomendaciones estratégicas:
- Perseverar con convicción: La recomendación principal es no desviarse del camino. Insistir en el modelo de estabilidad macroeconómica, bajos impuestos y confianza en el sector privado es crucial.
- Integrarse al mundo: Buscar activamente la apertura de nuevos mercados y diversificar las oportunidades comerciales a nivel global para no depender de un solo bloque económico.
- Agregar valor: Superar una "actitud extractiva" con los recursos naturales. La clave está en desarrollar la agroindustria, la transformación industrial de las materias primas y la tecnología asociada a la agricultura para generar así mayor riqueza y empleos de calidad.
- Fortalecer la recaudación: La solución para obtener más recursos no es subir los impuestos, sino mejorar la eficiencia del sistema. Cavallo propone usar la tecnología y la digitalización de las transacciones para perfeccionar el control, eliminar la informalidad y asegurar que todos los contribuyentes cumplan con sus obligaciones.
Conclusión: La Fórmula Paraguaya
El análisis de Domingo Cavallo sobre el caso paraguayo revela una lección central: el desarrollo sostenido no es producto del azar, sino de la coherencia y la perseverancia. La fórmula del éxito paraguayo puede sintetizarse en tres componentes esenciales: estabilidad macroeconómica a largo plazo, una carga impositiva baja y predecible que fomente la inversión, y un Estado enfocado en sus funciones esenciales como educación, salud y seguridad para asegurar que el crecimiento beneficie a toda la sociedad.
En un contexto latinoamericano a menudo dominado por la polarización y los cambios de rumbo drásticos, el modelo paraguayo ofrece una hoja de ruta alternativa y valiosa. Es un testimonio del poder de la confianza en el sector privado, la disciplina fiscal y, sobre todo, la virtud de mantener un rumbo claro a través del tiempo.
